Rotura de menisco: cuándo operar y cuándo no es necesario
Explicamos qué es una rotura de menisco, qué síntomas produce y cuándo es recomendable optar por tratamiento conservador o cirugía.
¿Qué es el menisco y por qué se lesiona?
Los meniscos son estructuras de fibrocartílago que amortiguan la rodilla. Se lesionan con giros bruscos o por degeneración con la edad.
Síntomas típicos de lesión meniscal
- Dolor localizado en la línea articular.
- Bloqueos o chasquidos.
- Dificultad para flexionar completamente.
- Inflamación repetida tras el ejercicio.
¿Cuándo consultar?
Especialmente aconsejable cuando:
- Hay bloqueos de rodilla.
- El dolor se repite al hacer deporte.
- No mejora tras varias semanas de tratamiento.
Qué está diciendo la actualidad médica sobre este tema
Aunque las decisiones clínicas no se basan en una noticia aislada, conocer las tendencias que reflejan los medios ayuda a contextualizar la información. De forma resumida:
- Las noticias recientes coinciden en la importancia de un abordaje individualizado, combinando educación, ejercicio y otras terapias.
Tratamiento conservador (evidencia actual)
La evidencia moderna indica que muchas roturas meniscales estables pueden tratarse con ejercicio terapéutico sin necesidad de artroscopia.
- Fortalecimiento de cuádriceps.
- Mejora del control de rodilla.
- Progresión de la carga en deporte.
¿Cuándo operar un menisco?
Se opera cuando hay bloqueo, roturas inestables o síntomas persistentes.
- Rotura flap o inestable.
- Bloqueo mecánico.
Cómo lo tratamos
Exploración clínica y resonancia para confirmar el tipo de lesión.
Plan conservador o quirúrgico según hallazgos y objetivos.
Preguntas frecuentes
¿Se regenera el menisco?
No completamente, pero un buen programa de fuerza reduce mucho el dolor y mejora la función.
Conclusión y próximos pasos
Mantenerse bien informado y contar con una valoración médica honesta permite tomar decisiones realistas sobre el tratamiento. Si convives con síntomas relacionados con este tema o tienes dudas sobre las opciones disponibles, pedir una cita especializada es el primer paso para recuperar el control.